El 7 de septiembre de 2011, el cantante brasileño
Roberto Carlos fue aclamado en su concierto en Jerusalén por miles
de seguidores brasileños y latinoamericanos que corearon y bailaron
sus canciones más conocidas y pudieron escucharlo cantar una pieza
en hebreo.
Se presentó ante más de 5.000 personas con una orquesta de
veinte músicos en las Piscinas del Sultán, un espacio abierto a los
pies de la antigua ciudadela amurallada, en el marco de una visita a
Israel y un proyecto denominado "Emociones en Jerusalén".
En un impresionante escenario en el que se habían recreado el
Domo de la Roca con su conocida cúpula dorada, el Muro de las
Lamentaciones, algunas de las iglesias más significativas de
Jerusalén y un olivo en el centro, Roberto Carlos fue desgranando
uno a uno los éxitos que lo han convertido en uno de los cantantes
brasileños y latinos con mayor proyección internacional.
Al ritmo de canciones como "Lady Laura", "Qué será
de tí", "A mi manera", "Un millón de amigos",
"Yo te propongo" o "Desahogo", el público fue
animándose con cada compás al tiempo que ondeaba decenas de
banderas de Brasil.
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